sábado, 11 de agosto de 2007

La tregua


Cinco pesos a cambio de un poco de tregua con la temperatura. Unos años antes había estado en la misma pileta con toda mi familia pero en condiciones muy diferentes a las de ese día de bienvenida. La sensación de frescura me hizo olvidar por un instante el sofocante calor y el accidente en mi pie (pateé una baldoza…sin palabras). Pero no todo iba a ser placer y disfrute, las vacaciones siguen siendo como la vida diaria…una y una.
Cinco horas fueron…eteeeernas. Un recital exclusivo de Leo Mattioli!!! Nooooooooo!!
Y se terminaba el disco…y volvía a empezar. Y se terminaba el disco…y volvía a empezar. El sándwich nos daría una nueva tregua y nos haría olvidar por un instante el penoso ruido del ambiente.

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